SITIO EN ACTUALIZACIÓN CONSTANTE

Sonora

Mujeres tohono o'dham en una ceremonia en Quitovac, General Plutarco Elías Calles, Son. 2013. D.R. Guillermo Monteforte, Fototeca Nacho López, INPI.

La artesanía sobresaliente en esta entidad es la que elaboran los diferentes pueblos indígenas. Revisémosla con el maestro Tonatiuh Castro Silva.

Los seris son famosos por sus trabajos de talla en una madera tan dura que se llama palofierro; águilas, delfines, tortugas, borregos cimarrones, correcaminos, peces y muchos otros animales y vegetales, entre estos los cactus, son reproducidos. La escultura tiene dos características: “la dinamicidad (lo que conlleva la representación de la incidencia de la fuerza del viento o el movimiento del mar) y la abstracción (lo que implica la carencia de rostros y principalmente de ojos; la ausencia de realismo en las texturas corporales, como plumaje o pelo)”.

Como el palofierro ya escasea, ahora utilizan también otras maderas y materiales (barita, palo blanco y piedra de talco) y les dan el color oscuro original.

También hacen canastas o coritas y demás objetos con plantas desérticas. Manufacturan llamativos collares de conchas, semillas, vértebras de tiburón y de víbora, trozos de madera y otros materiales naturales. “Es difícil definir un tipo de collar seri: en cada uno de ellos se contiene al desierto y al mar”.

Los yaquis hacen artesanías tanto rituales como utilitarias. Sus danzas tradicionales del venado, pascola y matachines ostentan indumentaria muy atractiva, por ello venden (aunque los tradicionalistas no lo aprueban) cabezas de venado a manera de sombreros (como se usa en su danza), cinturones del mismo animal, sartas de tenábaris, huaraches de tres puntas, máscaras, sonajas y cinturones de pascola; también hacen instrumentos musicales como violines, arpas y raspadores. “Antiguamente, la ritualidad imponía la destrucción de gran parte de los objetos rituales el sábado de gloria. La artesanía permanece como una parte estética y acústica de la disciplina ritual”. El vestido femenino se integra por dos piezas con motivos florales y es muy cotizado.

El quehacer artesanal de los mayos incluye el tejido de cobijas, fajas y morrales de lana. Trabajan la alfarería, el carrizo, muebles de madera; hacen máscaras de piel de chivo y objetos religiosos como cruces y rosarios.

Los pimas son prestigiados tejedores de palma, misma que buscan en la sierra caminando varios días a pie. Hacen cestería, sombreros y otras cosas para su autoconsumo y para comercializar.

Entre los productos artesanales guarijíos destacan la cestería de palma y la laudería de maderas de torote, etcho, chilicote o cedro. También hacen máscaras de pascolas y figuras de animales.

“El tejido de los cestos entre pimas y guarijíos se hace en una pequeña cámara semisubterránea, donde se almacena previamente el material, con la finalidad de que la humedad y la frescura permitan su maleabilidad”. Igual se hace en Campeche, donde hacen sombreros dentro de cuevas.

Los pápagos tenían originales muestras de artesanía tradicional, algunas ya en vías de extinción: tejidos y bordados utilizando conchas, chaquira y plumas.

Las artesanías cucapás de Poza de Arvizu consisten en sencilla alfarería utilitaria y de adorno, cunas, armas ornamentales como mazos, flechas, arcos y carcajes; bastones para el juego de pelota prehispánico, objetos de chaquira y lentejuelas y collares, broches para el cabello, pectorales.

Los indios kikapú de Bacerac, todavía hacen collares brillantes y cintas de chaquira para el cabello. Las mujeres, con gran habilidad, practican la talabartería de venado para elaborar mocasines, botas y su vestido tradicional.