SITIO EN ACTUALIZACIÓN CONSTANTE

Presentación del libro Arte del Pueblo Tomo I

Portada del libro Arte del Pueblo, Manos de Dios, del MAP. Segunda edición. Océano, 2006. (Foto: Nicola Lorusso).

Marie Thérèse Hermand de Arango

GRACIAS A TODOS Más allá de las formas, quiero respetar en este escrito lo que dicta mi corazón.
¡QUÉ GRAN ALEGRÍA! Finalmente cumplimos con el compromiso de inaugurar el Museo de Arte Popular, el más sobresaliente escaparate de nuestras raíces, tradiciones y habilidades artísticas, que seguramente habrá de mejorar el atractivo turístico, nacional e internacional.

Su puesta en marcha es la culminación de un gran sueño, de múltiples viajes y de una gigantesca aventura compartida con mi querida tocaya María Teresa Pomar, en la que siempre se contó con el apoyo de infinidad de personas, empresas y entidades gubernamentales.

Manolo, mi marido, Manuela y Paula, mis maravillosas hijas, y mi madre, Lily Gibara de Hermand, estuvieron a mi lado a lo largo de todo este recorrido, algunas veces compartiendo mis preocupaciones e impaciencias; y otras mis momentos de euforia, dicha y optimismo.

El mejor patronato de México e innumerables y entusiastas amigos participaron de todos los esfuerzos que implicaron crear este Museo. Nuestra presidenta honoraria, la señora Marta Sahagún de Fox, ocupó en él un lugar preponderante, y se lo agradecemos.

Pronto se nos ocurrió crear una Asociación de Jóvenes, presidida por María Fernanda Suárez de Guerra, y tiempo después un Comité de Asesores que, desde que se conformó, reforzó nuestro conocimiento y apuntaló intelectualmente al proyecto. Todos ellos tienen un lugar tanto en mi corazón como en la propia memoria del MAP.

Particularmente, durante los seis años que llevo trabajando en esta empresa, he ido descubriendo la amistad y el cariño en muy diversas formas y se ha despertado en mí la admiración por mucha gente.

Fue reconfortante ver la solidez de la sociedad civil, la cual se organizó gracias a la ayuda de líderes empresariales que nos tuvieron confianza, entre ellos: Jerónimo y Plácido Arango; Lorenzo Servitje, del Grupo Bimbo; Edmundo Pérez de Cobos, Adriana Rivera y Connie Higginson, de American Express; Tomás Ybarra, de la Fundación Rockefeller; Alexander Van Tiehoven, Julio de Quesada, Íñigo Doménech y Paloma Pilgram, de Citycorp; Roberto González, de Grupo Maseca; Jaime Guardiola y Óscar Kaufman, de la Fundación BBVA; Ricardo Salinas Pliego, de la Fundación Azteca; Juan y Juan-Domingo Beckman, de la Fundación Cuervo; Roberto Hernández y Cándida Fernández, de Fomento Cultural Banamex, y Alfredo Harp Helú, de la Fundación que lleva su nombre.

El proyecto, tripartita desde su inicio, es el resultado del esfuerzo conjunto del Gobierno Federal, de la Asociación de Amigos del MAP y del Gobierno de la Ciudad de México. Es sin embargo importante destacar el significativo apoyo que recibimos del secretario de Educación, Reyes Tamez Guerra; de la presidenta del CONACULTA, Sari Bermúdez; del secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil; de la secretaría de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota; y, gracias a la perseverancia de Cecilia Moctezuma, de una gran mayoría de los gobernadores de los estados, en particular de quien fuera gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, y del entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel.

Si tuviera que hacer una confesión desde lo individual, sería reconocer que en varias ocasiones intenté “tirar la toalla”. Hoy me siento feliz y orgullosa de no haberlo hecho, y muy agradecida con quienes me ayudaron a librar esos lapsos de intranquilidad al demostrar su enorme confianza en el proyecto.

¡Y qué proyecto! Habría que comenzar por la fascinación del inmueble. Un edificio otorgado en comodato por el Gobierno del Distrito Federal, de más de seis mil metros cuadrados, datado en 1929 y catalogado arquitectónicamente entre los más puros y significativos del estilo “art déco”. Con inmensa alegría celebro este marco tan perfecto para albergar las piezas de los artistas populares, llenas de colorido y de llamativos motivos. Además, se trata de un edificio hito, pues alguna vez albergó la Antigua Estación de Bomberos de la ciudad; amén de que su ubicación es privilegiada, pues se encuentra situado en una zona muy accesible y simbólica del Centro Histórico: la Alameda.

Nuestra querida amiga, Ana Lilia Cepeda, directora del Fideicomiso del Centro Histórico, nos fue llevando de la mano para franquear los obstáculos que iban surgiendo en el logro del inmueble; en tanto que el arquitecto Teodoro González de León fue el artífice de su remodelación; y el maestro en arquitectura Xavier Cortés Rocha, director de Sitios y Monumentos del INAH, fue comisionado para supervisar las obras (siempre puedo hacer referencia a que hay la época pre-Xavier y la post-Xavier).

El arquitecto Jorge Agostoni fue quien se encargó de la espléndida museografía y de seleccionar las piezas para conformar la colección del Museo, así como la primera exposición; fue él también quien adaptó el guion museográfico derivado del guion temático realizado por la maestra Teresa Pomar, Electra Gutiérrez y mi gran amigo Tonatiúh Gutiérrez.

Aquí es necesario hacer un paréntesis. Desde mi llegada a México – mi país adoptivo –, me enamoré de la entonces llamada artesanía. Mis inicios, posterior aprendizaje y continuos descubrimientos en este campo se los debo precisamente a Tonatiúh, a quien siempre recuerdo con cariño.

Resulta esencial comentar que me superaron las muestras de confianza que permanentemente tuvieron los miembros de la Asociación de Amigos. En muchos de ellos recayó el compromiso de ayudarme en una pesadilla: empezar a recaudar fondos y continuar esta labor sin final. Algunas veces por nuestra falta de experiencia las cosas se complicaban, pero al momento en que escribo estas letras me doy cuenta que eso ya quedó en el pasado. En las reuniones de “campaña financiera”, que llevamos a cabo todos los martes desde que nos organizó María Elena Noriega, nos sentimos con más seguridad de nuestra causa y ello nos permite convencer con mayor facilidad a nuestros patrocinadores.

Estos seis años de campaña han sido muy alentadores y provechosos, ya que hemos inventado mecanismos novedosos que afortunadamente han tenido una gran aceptación, entre muchos otros puedo nombrar: una cena en el Museo, en la que efectuamos una subasta de piezas excepcionales; la presentación de grandes conferencistas en el Club de Industriales, acompañados siempre de tres artistas de renombre que a la vez que exponían, vendían sus obras; la venta de jeans pintados, bordados o decorados por artistas, y modelados por jóvenes, señoras y niñas, todas amigas de la Asociación; una exitosísima cena con la actuación del cantante y gran amigo Emmanuel; un “domingo de antojos” en el Campo Marte, con la participación de más de doscientos artistas populares de toda la República; la divertida venta degné que denominamos “Vintage”; las alcancías que se colocaron en varios aeropuertos del país, gracias al apoyo del secretario de Comunicaciones Pedro Cerisola y de Fernando Chico Pardo; la venta, a través de Comercial Mexicana, de una pulsera de chaquira elaborada por un artesano de la Sierra de Puebla.

En fin, ¡un anhelo cumplido! Saber que lo que alguna vez fue un proyecto, hoy es una realidad, me da una especial satisfacción. También es relevante subrayar el apoyo e interés constante de la prensa; la difusión que le han dado al MAP ha sido notable.

NUEVAMENTE ¡GRACIAS! TENEMOS EL ORGULLO DE DECIR QUE ESTAMOS COOPERANDO A QUE SE DIGNIFIQUE EL TRABAJO DE LOS OCHO MILLONES DE ARTISTAS POPULARES QUE EXISTEN EN MÉXICO; PERO TAMBIÉN DE OTORGARLES EN LA TIENDA DEL MAP INIGUALABLES OPORTUNIDADES DE PROMOVER SUS OBRAS.
EXPORTEMOS ARTE POPULAR, NO ARTESANOS.