Conoce a: Carlomagno Pedro Martínez
Carlomagno Pedro Martínez nació en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca, en un entorno lleno de arte y un profundo amor por sus raíces. Sus padres, conocedores del trabajo artesanal, le transmitieron desde pequeño la sensibilidad y las habilidades necesarias para trabajar el barro.
A los cuatro años creó sus primeras piezas —pequeños animales que funcionaban como juguetes y silbatos— y, conforme fue creciendo, sus obras adquirieron mayor expresividad y complejidad.
Con el artista plástico Roberto Donís como mentor, ingresó al Taller de Artes Plásticas “Rufino Tamayo”, experiencia que le ayudó a pulir sus habilidades y consolidar ese estilo tan único que lo caracteriza, tomando como inspiración los carnavales locales y la influencia de José Guadalupe Posada, sus creaciones retratan personajes de la vida cotidiana así como la muerte, esqueletos y diablos en representaciones humorísticas llenas de expresividad y tradición.
El proceso creativo de Carlomagno comienza con el modelado del barro a mano hasta materializar la idea de la pieza. Una vez lograda la forma, la deja secar por completo para posteriormente pasar al horneado, donde controla el acceso de oxígeno para obtener el característico color negro de su obra. Finalmente, según la pieza, añade detalles que complementan y enriquecen su propuesta artística.
Su talento y sensibilidad lo han llevado a recibir múltiples reconocimientos y a cautivar a miles de personas tanto a nivel nacional como internacional. Su obra ha sido exhibida en diversos museos de la República Mexicana y en espacios culturales de países como Estados Unidos, Colombia, Líbano, Alemania, España, Francia y Japón, entre otros.
Actualmente, su trabajo forma parte de distintas colecciones, entre ellas la del Museo de Arte Popular de la Ciudad de México, donde además ha participado en exposiciones como “Cuatro manos, dos oficios. Una iconografía” (2014), junto con su colega y paisano, el maestro artesano Jacobo Ángeles, y en la primera edición de la Bienal “ARTE/SANO ÷ Artistas” (2009). Su obra también se encuentra en la Colección Nelson A. Rockefeller y en el Museo de Arte Americano del Smithsonian, en Washington, D.C., Estados Unidos.
El profundo amor de Carlomagno por sus raíces lo ha llevado a defender y difundir el arte de su comunidad, impulsándolo a crear nuevos espacios para su valoración. Esta inquietud lo llevó a colaborar con colegas artesanos y a fundar un museo comunitario del barro negro, proyecto que más tarde dio origen al Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca (MEAPO) en 2004, en San Bartolo Coyotepec, del cual funge como director desde entonces.
Hoy en día, el sello que ha impreso en el arte popular es inigualable, y su obra ha dejado una huella profunda en las nuevas generaciones de creadores, quienes encuentran en él un referente de innovación, identidad y compromiso cultural.
Carlomagno Pedro Martínez es, sin duda, una de las figuras más representativas del barro negro contemporáneo. Su capacidad para transformar una tradición ancestral en un lenguaje artístico lleno de vida, humor y simbolismo lo ha convertido en un embajador del arte popular mexicano en el mundo. A través de su obra, de su labor como formador y de su entrega a la preservación del patrimonio cultural de Oaxaca, continúa inspirando a comunidades, artesanos y amantes del arte en México y más allá de sus fronteras.
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