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Pared de manitas

En junio de 2005 se inició el proyecto de invitar a niños mexicanos a participar en el programa de recaudación de fondos del MAP a través de un donativo, a cambio del cual se hacen acreedores a plasmar su mano y su nombre en una pared destinada específicamente para distinguirlos: La Pared de Manitas.

Las encargadas de su implementación fueron las señoras Marusa Suárez y Fernanda Suárez de Guerra. El Patronato Activo del MAP estructuró el programa definiendo a quiénes se podría invitar a participar, para que sus hijos y nietos plasmaran su mano.

Para dar una interpretación clara sobre el objetivo de la pared y que reflejara el trabajo del MAP, se decidió que cada niño apadrinara a otro niño artesano. Así, se empezó la tarea de invitar, en distintos lugares la República Mexicana, a niños artesanos para plasmar su mano junto a la del “niño donante”.

La Pared de Manitas se encuentra en el primer piso del Museo de Arte Popular, en el área de Cursos y Talleres, y actualmente contamos con 459 placas con un par de manitas cada una: la manita de un niño donante junto a la manita de un niño artesano.

Creemos que este proyecto es importante ya que es una oportunidad única y divertida de sembrar en nuestros pequeños donantes el espíritu de la filantropía y la ayuda por los demás. Los niños podrán trascender de generación en generación, recordando el apoyo a su hermano artesano.

El donativo para formar parte de este proyecto es de 500 dólares, y es deducible de impuestos. Para mayores informes comunicarse al teléfono (55) 55 10 29 10 o al correo electrónico contacto@amigosmap.org.mx

“En unas vacaciones en Acapulco estuve en el departamento de la señora Arango y en la parte de abajo donde hay un lugar de recreo para los niños, vi que tenía una línea de decoración de manitas de colores y pensé que esa sería una forma de decorar una pared en el área de cursos y talleres en el MAP. Inmediatamente le llamé por teléfono a la señora Arango y le propuse el proyecto y le gustó muchísimo. A mi regreso a México ya en un martes de juntas, sugerí este proyecto y les encantó, todo mundo opinó: cuánto debía costar, cómo se debía llamar y dónde se iban a ubicar las manitas.

A la gente le gusta mucho la idea, comenta que nunca se había hecho algo con los niños. Es bien recibida la idea.”

Marusa Suárez, 4 octubre 2005

Dos infancias unidas por un acto caridad.